El 4 de octubre de 2006 se aprobó la Ley 26.150, que estableció el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, un logro político, educativo y cultural significativo. Este programa fue creado con el propósito de asegurar que niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos tengan acceso a una Educación Sexual Integral (ESI) en los establecimientos educativos del país, en todos los niveles, modalidades y tipos de gestión.
Hoy celebramos su 17º aniversario. Durante este tiempo, la ESI ha sido objeto de debates marcados por diversos intereses y opiniones políticas y sociales. Además, existe un extenso marco legal compuesto por normativas de diferentes ámbitos que respaldan la implementación de la ESI y abordan las cuestiones relacionadas con ella.
La ESI introduce la idea de que la sexualidad es un concepto amplio que comienza a formarse desde la infancia temprana. Promueve conceptos y aprendizajes como género, equidad, inclusión de la diversidad, empatía, reconocimiento de abusos, cuidado del propio cuerpo, entre otros.
En un contexto nacional donde ocurre un femicidio cada 27 horas (Observatorio de las Violencias de Género: "Ahora que sí nos ven") y una de cada cinco mujeres ha declarado haber sufrido abusos sexuales en la infancia (Organización Mundial de la Salud OMS/2021), la ESI se vuelve esencial para la prevención de estas graves problemáticas.
Las escuelas son el medio a través del cual se debe implementar esta Ley y garantizar el acceso a este derecho. El artículo N°3 del programa promueve la creación de equipos docentes en todas las escuelas del país, que actúen como referentes de la Educación Sexual Integral y enlace entre el proyecto institucional de cada establecimiento y el equipo jurisdiccional.
Sin embargo, existen obstáculos para el desarrollo del Programa Nacional en la actualidad, como la dificultad para formar equipos docentes que representen a la ESI y la falta de capacitación y apoyo adecuado para los docentes. Asimismo, hay diferencias relacionadas con aspectos culturales y religiosos que no concuerdan con los contenidos de la ESI en algunos proyectos institucionales de las escuelas.
Es crucial enfatizar que es necesario superar estos obstáculos para implementar la ESI y que la decisión de no abordar estos temas constituye una violación de derechos. La ESI también fomenta el pensamiento crítico, lo que está vinculado a la formación de individuos libres y empáticos, esencial para acceder a este principio fundamental.
Según el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires (MPT), esta Ley ha permitido que el 80% de los niños y niñas abusados puedan hablar sobre sus experiencias. En su informe de 2020, revelan que entre el 70% y el 80% de los niños, niñas y adolescentes que fueron atendidos en la Sala de Entrevistas Especializadas del organismo lograron comprender que habían sido víctimas de abuso después de recibir clases de ESI.
En este sentido, es importante destacar el papel fundamental de la Educación Sexual Integral como herramienta para identificar y diferenciar conductas abusivas de las que no lo son. Cabe mencionar que el 80% de los abusos son cometidos por familiares y conocidos, lo que hace aún más crucial contar con información adecuada para que los niños, niñas y adolescentes puedan reconocer estas diferencias.
Desde Aldeas Infantiles SOS adoptamos un claro enfoque de políticas de género en todos nuestros programas y espacios de cuidado. Contamos con un sólido equipo especializado en género que se ha expandido para aumentar su eficacia y llevar a cabo más acciones. Todos los equipos de nuestra Organización promueven y apoyan políticas centradas en el autocuidado, la creación de espacios seguros, el diálogo, la atención individualizada y familiar, y el pleno respaldo a las políticas y programas de ESI.
Los y las invitamos a conmemorar este día convocando a todos los sectores comprometidos con las infancias y las adolescencias a dialogar y concientizar a la sociedad sobre la importancia de la Educación Sexual Integral como una herramienta de acceso a derechos y como un derecho en sí mismo. También proponemos reconocer y valorar sus efectos preventivos en la salud y el desarrollo humano.
Por la Lic. Alejandra Perinetti, directora Nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina.