Entre el derecho y la realidad: algunas reflexiones sobre la Ley de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes 

Por la Lic. Lucía Buratovich, Directora de Programas de Aldeas Infantiles SOS 

Hoy se cumplen 19 años de la sanción de la Ley 26.061, de protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Este aniversario nos invita a celebrar los avances conseguidos, pero también a reflexionar sobre los desafíos que tenemos por delante. 

De avanzada en la región, esta normativa es pionera en la forma en la que entendemos los derechos de los niños, niñas y adolescentes en Argentina, definiendo claramente cuáles deben garantizarse y protegerse de manera universal. Entre ellos: tener una familia, el acceso a la salud y la educación, al ocio y el juego, a ser escuchados y a participar en las decisiones que les incumben. 

Si bien su sanción representó un gran avance, todavía persiste una brecha entre lo que establece la ley y su cumplimiento e implementación. Esta situación nos invita a reflexionar sobre los desafíos que debemos enfrentar para asegurar el pleno cumplimiento de los derechos que esta ley protege. 

Uno de los principales obstáculos en nuestro país lo establece lo institucional. A pesar de que la ley creó un conjunto de instituciones valiosas para defender y fortalecer los derechos, su aplicación sigue siendo deficiente. Un claro ejemplo de esto es que, tras 14 años de espera, recién en 2019 se nombró a la Defensora de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, y su mandato actual está próximo a finalizar sin que se haya conformado la Comisión Bicameral que debe renovar el cargo. 

Otro desafío es la falta de un sistema federal de protección que permita desarrollar estrategias preventivas y de restitución de derechos. La ausencia de un marco coordinado a nivel nacional genera grandes desigualdades en la aplicación de políticas y recursos entre provincias, lo que impacta de manera directa en las infancias y adolescencias de distintas regiones del país. 

Frente a esta situación, es importante que las políticas públicas destinadas a proteger a niñas, niños y adolescentes sean estables y cuenten con los recursos adecuados. La falta de estabilidad en este sentido reduce la eficacia de las soluciones y agrava los problemas.  

En conclusión, aunque la Ley 26.061 representa un enorme avance en la protección de los niños, niñas y adolescentes en Argentina, su impacto se ve limitado por desafíos institucionales y una severa falta de recursos. 

Para garantizar que los derechos establecidos se cumplan, es vital superar la distancia existente entre la legislación y la realidad, el establecimiento de un sistema federal de protección y un compromiso sostenido con políticas públicas que cuenten con el presupuesto necesario. Sobre esto último, el informe recientemente publicado por el Comité de los Derechos del Niño (CRC) de la ONU fue categórico. Entre otros puntos, destacó el desfinanciamiento en salud y educación y la preocupación por la situación de los niños/as con discapacidades, de comunidades indígenas y aquellos sin un entorno familiar adecuado, una población con la que trabajamos cotidianamente en pos de asegurar mejores condiciones y oportunidades. 

Desde Aldeas Infantiles SOS, formamos parte del Sistema de Protección y defendemos su fortalecimiento al impulsar espacios de intercambio y colaboración entre distintos actores. Por eso, reafirmamos nuestro compromiso de desarrollar redes de apoyo que aseguren el bienestar y protejan los derechos de niños, niñas y adolescentes. 

Hoy más que nunca, debemos seguir trabajando en conjunto para asegurar que la brecha entre la ley y la realidad se cierre de una vez por todas.