El arte es una herramienta de importancia en el desarrollo de la persona, ya que tiene como finalidad que los individuos sean capaces de relacionarse de manera constructiva y sensible con ellos mismos y con el medio ambiente a través de las diferentes formas de expresión.
El teatro viene a cumplir un rol de expresión y comunicación plena, involucrando el cuerpo y la voz, la imaginación, el uso del lenguaje y el desarrollo de la capacidad intelectual.
Brinda a los niños y adolescentes la capacidad de poder encontrar un espacio de libertad y juego donde se generan nuevos códigos expresivos. El teatro forma parte de un aspecto fundamental del aprendizaje ya que genera una simbiosis entre conocimiento y recreación. Es también, un elemento de desarrollo personal y al mismo tiempo de socialización, de convivencia, de aceptación y entrega.
La técnica del clown deja enseñanzas para la vida: la percepción aguda del momento en la que mediante el trabajo corporal se aprende a reaccionar ante estímulos externos; la improvisación que enseña como poner en acción el imaginario propio; la proyección de la voz, la mirada y el cuerpo; la comunicación real con el público que genera un vínculo sincero; el desarrollo de la imaginación mediante juegos teatrales; la escucha tanto del público como del compañero, de sus propios impulsos y la desinhibición.
El clown es un personaje teatral que utiliza y exagera las características de cada persona buscando el encuentro sincero con el otro en la vivencia de cada momento. Posee algunas de las actividades más cotidianas y gozosas del ser humano: la risa, la gesticulación y la imitación.