En la Filial de Córdoba, el equipo técnico desarrolló un taller de registro y regulación de las emociones con las adolescentes y jóvenes del programa de Cuidado Alternativo. Y para compartir las diversas experiencias personales que les generan la cuarentena obligatoria y el aislamiento social, construyeron un “termómetro emocional de cuarentena”.
Este contexto tan particular que nos impacta de tantas formas diferentes, puede alterar o tensionar el cotidiano y los vínculos. Sin embargo, en la filial de Córdoba construyeron esta estrategia con el fin de no perder el registro y la empatía con los otros. Y la mejor manera de lograrlo es registrar esas emociones, identificarlas y compartirlas poniéndolas en palabras en un ambiente de cuidado, escucha y contención.