Rosana (miembro del comité juvenil de Protección Infantil), Adriana y Elías (dos jóvenes de las familias de la Aldea Infantil SOS Oberá) junto con la directora viajaron 1500 kilómetros deseosos de compartir sus experiencias de la mejor manera con los jóvenes de la Aldea Infantil SOS Mar del Plata acerca de sus experiencias en el equipo de Protección Infantil y alentarlos para trabajar juntos en esta línea.
Elías cumplía sus 14 años, por lo que los demás iniciaron los festejos sobre el colectivo cuando a las 12 de la noche.
La llegada
Cuando llegaron a la ciudad de Mar del Plata se dirigieron hasta la Aldea. En la tarde, mientras se ocultaba el sol, compartieron con todos los jóvenes de la Aldea sus experiencias y motivaciones, alentándolos a formar el comité y comenzar a trabajar con compromiso en Mar del Plata por todos los niños y niñas que tienen sus derechos vulnerados.
El gran momento
Llegada la noche fueron a pasear y a comer. Cuando salieron del restaurante, fueron caminando hacia la playa. Rosana corrió hacia la playa, los ojos le brillaban y se llenaron de lágrimas. Según ella, por tanta belleza, le parecía que estaba soñando.
Al día siguiente recorrieron toda la costa y fueron nuevamente al mar, el día estaba hermoso, pudieron meterse al mar por primera vez. Volvieron a Oberá con mucha alegría, con un recuerdo de alegría que quedará siempre con ellos.
Un entorno familiar para cada niño, niña y joven
Esta historia cuenta una de las tantas emociones que pueden vivir los niños, niñas y jóvenes que crecen en un entorno familiar en los programas de Aldeas Infantiles SOS Argentina.
Todo niño, niña y adolescente tiene derecho a ser querido, protegido y respetado. Tiene derecho a la educación y cuidado de la salud. Tiene derecho a crecer en un entorno familiar estable para poder desarrollarse hacia una vida independiente sustentable. Estos son los principios que guían la labor de Aldeas Infantiles SOS en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (CDN).