06.11.18

El sueño de Fernando

Fernando se propuso ahorrar el dinero necesario para pagar su viaje de egresados a Bariloche y así tener una nueva experiencia de vida impulsada totalmente por él.

Fernando es un joven de 18 años, participante del Programa de Cuidado Alternativo en la filial de Lujan y está por finalizar sus estudios secundarios. En paralelo a su formación educativa, realizó cursos de gastronomía, los cuales ha llevado a cabo con mucho esmero y dedicación.

Desde abril de 2017, Fernando se propuso ahorrar el dinero necesario para pagar su viaje de egresados a Bariloche. Partiendo desde los aprendizajes adquiridos en los cursos, planificó y llevó a cabo un emprendimiento de venta de comida en donde se encargaba de cocinar y vender pizzas y tortas, entre otras cosas. Cabe destacar que también realizó tareas de changarin por más de un año y los fines de semana trabajó como alcanza pelotas en la cancha de la liga de fútbol de Luján. En relación al proceso del ahorro de dinero, el joven expresó: “Al principio cuesta... uno piensa que el sueño es inalcanzable y que, en el camino, va a sufrir golpes, pero después va pasando el tiempo (...) en los momentos en los que pensaba rendirme, encontré a los/as tíos/as y mis compañeros/as alentandome para seguir.”

Durante este proceso, Fer fue acompañado por el equipo técnico y por la cuidadora responsable de la casa donde vive, al igual que por otros/as cuidadores/as. Sin embargo este fue un proyecto pensado, impulsado y llevado adelante por Fernando: “Aldeas me dio la posibilidad de ser lo que soy ahora, de tantos problemas que pasamos, pude dar el salto(…) con respeto y humildad se llega, lo principal es el respeto.” expresó emocionado.

Luego de un largo tiempo de sacrificio, de prescindir salidas y de trabajar incansablemente ¡llegó el gran día!. “Los días antes estuve muy ansioso, lloré (…) y ya cuando subí al micro fue otra cosa, me dije ‘ya vas a ver lo que espera allá’” comentó. El 1 de octubre Fer cumplió su sueño y tuvo su viaje de egresados. 

Por primera vez, salió de Buenos Aires, conoció la nieve, anduvo a caballo, salió a bailar a boliches y disfrutó de diversas excursiones con su amigos/as y compañeros/as.  En relación a las excursiones mencionó: “Fueron muy buenas, cuando subí al Cerro Catedral, subí con mi mejor amigo, nos reíamos del miedo, me gustó mucho.”

De esta manera, pudo consolidar sus redes y generó un espacio de socialización que valoró positivamente.

La vuelta del viaje lo encontró muy emocionado y feliz por la experiencia: “Te cuesta volver porque formaste un vínculo muy fuerte y pensaba: ¿Tan rápido pasó? ¡Por suerte me hice un montón de amigos!” comentó. Mantuvimos largas charlas con él, donde nos habló acerca del viaje y nos contó varias anecdotas: “Estábamos en el segundo piso, con vista al Lago Nahuel Huapi, teníamos la mejor vista del hotel. Entonces corrimos las camas para dormir en frente de la ventana y despertarnos mirando las montañas.”

Finalmente Fernando cumplió su sueño y viajó por primera vez a Bariloche, pero sobre todas las cosas comprendió que con ganas, esfuerzo y actitud se pueden cumplir cualquier meta que se proponga.