FILIAL MAR DEL PLATA – 05.05.25

Conocé a Agostina, ex-participante y actual Referente Comunitaria: “Es muy lindo cuidarlos y enseñarles”

Entre risas y anécdotas, nos sentamos a conversar sobre su regreso a Aldeas Infantiles SOS, sus metas para el futuro y por qué este nuevo rol la llena de felicidad.

Emi, cocinera del Espacio de Cuidado Diario (ECD) El Colmenar, recuerda a Agostina como una niña muy traviesa. Esa “niña”, ahora una joven de 20 años, no puede evitar sonrojarse y asentir enfáticamente con la cabeza.  

Agos ingresó al ECD a los 8 años y formó parte hasta los 13. “Lo mejor era la comida de Emi; en casa no comía verduras, en el Espacio sí”, rememora. Le encantaba asistir, realizar talleres en la plaza y pintar con sus compañeros/as, aunque al principio se presentaba con timidez. “El espacio me enseñó a compartir”, comenta con una gran sonrisa.  

Hoy, Agostina se encuentra participando desde otro lugar. Un mediodía, se acercó a saludar y a consultar si le podían convidar un trocito de tarta, para volver a degustar ese sabor tan nostálgico y especial. Algunas colaboradoras del EDC, muy emocionadas de verla nuevamente, aprovecharon para agasajarla y charlar con ella. Durante la conversación, le contaron que había una vacante laboral disponible como Referente Comunitaria. El resto es historia.  

La alegría que sintió en ese momento, y siente ahora como Referente, es enorme. Le emociona que los niños la crucen en la plaza y la saluden llamándola “seño”. “Es muy lindo cuidarlos y enseñarles”, señala. Además, remarca que, en términos personales, le hace muy bien estar acompañada por sus compañeros y compañeras, poder charlar y verlos todos los días. “No me siento sola”, destaca. 

Actualmente, Agos está casada con Ramón, su gran apoyo para todo lo que se propone. Cuando termine la secundaria, desea continuar formándose en peluquería y manicura. Su mayor sueño, comparte con mucha ilusión, es ser mamá y tener una casa propia con “una mesada grande, como la del Espacio de Cuidado Diario”. 

El retorno de Agostina nos llena de un orgullo inmenso. Su compromiso y calidez nos conmueven, y su historia nos recuerda que el amor y cuidado que se le brinda a cualquier niño, niña y adolescente se puede multiplicar a través del respeto, la amabilidad y la confianza.  

¡Agos, bienvenida nuevamente a la familia Aldeas y éxitos en esta etapa!