En el primer encuentro, dirigido a los más pequeños/as -entre 4 y 7 años-, se utilizaron láminas con imágenes de un niño y una niña para que identificaran las partes que ellos/as consideran íntimas. A partir de esto, se trabajó sobre la privacidad y el respeto que los demás deben mantener hacia cualquier parte de su cuerpo.
Luego, se presentaron diferentes elementos de higiene, explicando y repasando las maneras de utilizarlos. Al finalizar, los/as niño/as pusieron en práctica lo aprendido a través de un divertido ejercicio, uniendo con flechas los elementos y las acciones correspondientes (por ejemplo: jabón y lavado de manos).
En otra de las jornadas, se trabajó con chicos y chicas de 9 a 12 años. En línea con el anterior taller, se enfocaron en el conocimiento de su físico y la importancia de establecer límites y reconocer situaciones de abuso.
También, participaron en la actividad “qué sí y qué no”, donde usando notas adhesivas identificaron circunstancias adecuadas e inadecuadas en relación a la temática trabajada.
El último encuentro se llevó a cabo con adolescentes de entre 13 y 17 años. Con ellos se exploraron los cambios físicos que se experimentan en la pubertad, así como las emociones y sensaciones que esto genera, a través de dinámicas que facilitaron valiosos intercambios.
¡Gracias Oberá por llevar adelante esta iniciativa que permite a los niños, las niñas y jóvenes sumar herramientas esenciales para conocerse y afianzar su cuidado personal y desarrollo integral!