ALDEAS INFANTILES SOS
– 08.08.24
Redes sociales en las infancias: recomendaciones para un uso responsable
Las redes sociales ya son parte de nuestra vida cotidiana: nos comunicamos con amistades y familia, buscamos contenido de nuestro interés y seguimos a nuestros/as artistas favoritos/as. Los niños, niñas y adolescentes también utilizan y pasan mucho tiempo en estas plataformas digitales, lo que puede conllevar ciertos riesgos. Te compartimos recomendaciones para prevenir diversas situaciones que puedan ser peligrosas para las infancias y adolescencias y promover un uso responsable de estas redes digitales.
El uso de dispositivos móviles con acceso a internet y a redes sociales se desarrolla cada vez a edades más tempranas y se constituyen como un nuevo espacio en el que niños, niñas y adolescentes crecen y se desarrollan. Frente a ello, es fundamental acompañar a las infancias y adolescencias para que puedan valerse del potencial de estas plataformas y a la vez fomentar entornos digitales seguros y libres de violencias.
Por otro lado, la discusión sobre su impacto en la salud mental y el desarrollo emocional va adquiriendo día a día mayor relevancia en la agenda pública. Las principales consecuencias de un uso problemático y/o excesivo de redes sociales en las infancias se relacionan con el incremento de ansiedad, depresión, baja autoestima, percepciones negativas sobre su propia imagen corporal y trastornos de sueño. Esto último se relaciona principalmente con la comparación con las/os demás junto con la presión de conseguir la aprobación virtual vinculada directamente con estándares de vida y de belleza inalcanzables.
Estas dinámicas generan, además, dificultades de socialización ya que afectan las representaciones de sí mismos, de su entorno y de quienes forman parte de él. Así, las capacidades para establecer relaciones personales y afectivas sanas se ven limitadas por las expectativas de modos de ser y vivir que se presentan en las plataformas.
Asimismo, especialistas en Psicología y Salud advierten sobre conductas adictivas derivadas de estas prácticas. Éstas se presentan principalmente en adolescentes y jóvenes, quienes dedican mucho tiempo, atención y energía a las interacciones en redes sociales y servicios de mensajería –principalmente TikTok, Instagram, X (ex Twitter) y WhatsApp-, las cuales se convierten en un hábito adictivo que influye de manera directa en sus comportamientos, emociones y pensamientos.
Pero no todos son aspectos negativos: las plataformas digitales también brindan la posibilidad de estar en contacto con amigas, amigos y familiares, tener espacios de ocio como leer y jugar online, aprender nuevos idiomas o buscar información para las tareas escolares. Frente a esto, nuestra responsabilidad como personas adultas implica fomentar un uso responsable y saludable de estas herramientas para prevenir y reducir los riesgos que ellas conllevan, estableciendo límites y supervisando su uso.
Uso responsable de plataformas digitales: 6 recomendaciones para madres, padres y cuidadores/as
1. Informarles sobre los tipos de contenido que se presentan en el mundo digital, tanto los que consumen como los que ellos mismos producen y publican. Es importante hacerles comprender que las imágenes, videos y textos que se comparten conllevan riesgos para sí mismos y para su entorno.
2. Hacer hincapié en la importancia de no compartir ni publicar datos personales como dirección o número de teléfono.
3. Hablar sobre el cyberbullying o ciberacoso, donde la tecnología es utilizada como medio para ejercer amenazas, insultos y/o humillaciones a través de fotos, videos o textos, muchas veces compartidos con información falsa. En este punto es importante charlar con chicas y chicos sobre estos comportamientos a los que deben prestar especial atención.
4. Acompañarlos en el proceso de ciberseguridad y la posibilidad de hacer su perfil privado para que solo quienes se encuentren en su entorno de confianza puedan acceder a su contenido. Conversar con ellas y ellos también la posibilidad que tienen de bloquear a usuarios en redes sociales que conviertan su experiencia en situaciones desagradables.
5. Educar en un uso de tiempo responsable: lo ideal es trabajar en límites a la cantidad de tiempo al día que dedican al uso de las redes sociales para evitar que no generen una dependencia excesiva, o incluso una adicción en casos más extremos. Una buena idea es acordar franjas horarias generando espacios libres de dispositivos en momentos específicos del día.
6. Promover espacios seguros de diálogo abierto para compartir sentimientos, experiencias, inquietudes o ansiedades.
7. Conversar sobre el grooming o abuso online, delito que involucra la manipulación y el acoso en línea con el objetivo de obtener imágenes o información personal con fines sexuales y/o extorsivos. Frente a ello, debemos brindarles herramientas para que puedan identificar las señales de peligro y los riesgos, fomentando un ambiente seguro y de confianza en el hogar, donde los chicos y chicas se sientan cómodos y cuidados para compartir sus experiencias en línea.
Es fundamental que como adultos responsables podamos acompañar a los niños, niñas y adolescentes en el uso de las plataformas. Al estar presentes, escuchar y orientar, podemos ayudarlos/as a que puedan hacer un uso consciente, informado y seguro, potenciando los buenos hábitos y reduciendo los riesgos.