FILIAL MAR DEL PLATA  – 29.01.25

Una aventura inolvidable en la Reserva Natural Paititi 

Jóvenes de cuidado alternativo organizaron un campamento en el que compartieron una experiencia de conexión con la naturaleza, fortaleciendo lazos y aprendizajes en un entorno único. 

Adolescentes de nuestra filial en la Costa Atlántica emprendieron una aventura especial: una excursión a la Reserva Paititi (localizada en Sierra de los Padres), una actividad recreativa elegida y organizada por ellos mismos a través del Presupuesto Participativo Nacional que desde Aldeas Infantiles SOS brindamos para que lleven adelante una iniciativa de su interés. Gracias a esto, pudieron costear el alojamiento en el refugio, la compra de bolsas de dormir, aislantes y alimentos para compartir. 

La jornada comenzó temprano con una caminata guiada por Nicolás, quien acompañó al grupo en su travesía por senderos rodeados de flora y fauna autóctona. Durante el recorrido, atravesaron tranqueras, avistaron lechuzas y cruzaron vertientes de agua, sumergiéndose en la riqueza natural del paisaje. Una vez en el refugio, continuaron explorando la sierra mientras escuchaban relatos sobre cómo el paso del hombre ha transformado el ecosistema. 

Los jóvenes vivieron la experiencia de recorrer terrenos sinuosos y pedregosos, realizar ejercicios de relajación y compartir un almuerzo al aire libre donde intercambiaron historias y reflexiones sobre la vida en la naturaleza. Más tarde, exploraron una plantación de eucaliptos y visitaron un dique de contención, donde algunos aprovecharon para refrescarse en el agua. 

Al caer el sol, el grupo preparó un fogón donde cocinaron pan de palo con dulce de leche y unas hamburguesas, mientras disfrutaban de un cielo estrellado que se convirtió en el marco ideal para una actividad sorpresa. En un emotivo momento, cada joven recibió una foto con una dedicatoria especial escrita por el equipo técnico y sus cuidadoras, generando un espacio íntimo de reconocimiento y afecto. 

A la mañana siguiente, después de compartir un rico desayuno, comenzó el descenso de la sierra y el regreso a la aldea después de una jornada única.