El frío comenzó a sentirse en cada invierno. Ya que la zona, donde está emplazada es bastante retirada del centro, ocupando unas tres hectáreas. Nuestra arboleda aún es joven, y no tenemos edificaciones que amortigüen la llegada del invierno.
El frío a mediados de julio, comenzó a hacerse sentir en nuestras casas familiares, llegando a temperaturas bajo cero. El hecho de mejorar las condiciones de calefacción de las viviendas tuvo el objetivo de brindarles una mejor calidad de vida a todos los niños, niñas y jóvenes, este es nuestro compromiso desde el momento que son acogidos en la Aldea.
Los niños, niñas y jóvenes son partícipes en cada paso y cada proyecto que emprendemos, siendo los verdaderos protagonistas de cada historia. Ellos cuidan su casa familiar, apropiándose de cada espacio, es muy hermoso y gratificante ver, como cada cuarto, cada cocina, logra adquirir una identidad propia, a través del amor que cada familia pone en esto: las fotografías, los dibujitos pegados en la heladera, el olor a comida de los mediodías son reflejo latente de esto.
Por eso, cuando las mamas SOS les contaron que se comprarían paneles solares para calefaccionar las viviendas, se pusieron muy contentos, y comenzaron a hacer preguntas, ya que les interesa saber. Así las madres SOS comenzaron en cada casa a hacer un trabajo explicativo, de las funciones e importancia de los paneles ecológicos, como contribuyen a nuestro ecología, a la preservación de energía... pero aquí comenzó una duda mayor para los niños y las niñas: ¿cómo son?, ¿de qué color?, ¿qué tamaño tienen?, y una de las niñas preguntó: ¨¿Hay pedacitos de sol adentro, tía?”.
Así que unos días mas tarde luego del esfuerzo de muchas personas como Usted, se logró la compra de los panales, y allí fuimos todos en comunidad a buscarlos (todos queríamos ir y participar de este día). Al llegar a la fábrica, donde nos esperaban, los niños y las niñas comenzaron a entablar conversaciones con todos los empleados de la misma, haciéndoles preguntas, contándoles con orgullo que están viviendo en Aldeas Infantiles, cómo son sus casitas, las actividades que realizan y los invitaron a conocerla. Les dijeron que íbamos busca los paneles, y allí comenzaron colaboran en llevar los mismos hasta la camioneta, tal como reflejan las fotografías.
Al día siguiente comenzó el período de instalación, llevado a cabo gracias al generoso e incondicional aporte de excombatientes de Malvinas, los señores Polizo y Toloza, quienes fueron casa por casa colocando los paneles. Nuestro agradecimiento para ellos.
Así, fue como durante esta primera semana, se comenzó a gozar del calorcito de hogar que irradian los paneles, y comenzaron a darse historias muy particulares.
¡MUCHAS GRACIAS a todos los Amigos SOS en hacerlo posible!
Por ejemplo, cuando la familia de origen de Jonás, un niñito de cinco años, vino a visitarlo, a él y a sus hermanos, Jonás le tomó la mano a su mamá y la llevó con orgullo a su cuarto, y le dijo “…mami, mirá lo que nos pusieron…esto da calorcito, para que por la anoche podamos dormir calentitos, cuando yo sea grande te voy a comprar uno, para que vos a la noche tampoco tengas frío”. Esto es un orgullo para todos los que somos parte de Aldeas Infantiles SOS, ya que, es el mejor mensaje que podemos transmitir, que otra vida es posible, que todos los niños y niñas tienen derecho a pasar la noche calentitos, en una habitación, bajo techo, con frazadas, alimentándose correctamente antes de irse a dormir, pudiéndose haber dado una ducha caliente, son aquellas pequeñas cosas que para algunos forman parte de lo cotidiano y para nuestros niños y niñas son cosas que cambian su calidad vida.