12 de junio: Día Mundial contra el Trabajo Infantil ¡Alzá tu voz!

El día mundial contra el Trabajo Infantil, fue instaurado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2002 para poner de relieve la gravísima situación que atraviesan miles de niños y niñas en el mundo. Es así como cada 12 de junio todos los países tienen como objetivo promover a través de la sensibilización y la acción, eliminar el Trabajo Infantil en todas sus formas y garantizar la aplicación de políticas en pos de la consecución de este objetivo.

Dichas variables de afectación a nivel estructural se evidencian tanto en lo económico, a través de la pobreza, la desocupación, subocupación y los bajos salarios en los grupos familiares, como en lo político, a partir de la insuficiencia y falta de respuestas de las políticas públicas ante la pobreza; así como también en lo cultural, a través de las percepciones sociales que naturalizan y legitiman el Trabajo Infantil y/o lo priorizan frente a la escolaridad, y en lo educativo, por la inaccesibilidad a una escolarización plena.

En Argentina, el Trabajo Infantil está regulado básicamente por la Constitución Nacional, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), los Convenios de la OIT, ratificados por el país, la Ley de Contrato de Trabajo (artículos 187 a 195) y la Ley Nacional 26.390 de Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente promulgada en 2008.

Como avance en el abordaje de esta problemática, el pasado 20 de marzo fue aprobado por unanimidad en el Senado de la Nación el proyecto de ley que tipifica la explotación del trabajo infantil como delito penal. El proyecto modifica el Código Penal al incorporar el artículo 148 bis por el cual se establece que: “será reprimido con prisión de 1 (uno) a 4 (cuatro) años el que aprovechare económicamente el trabajo de un niño o niña en violación de las normas nacionales que prohíben el trabajo infantil, siempre que el hecho no importare un delito más grave. Quedan exceptuadas las tareas que tuvieren fines pedagógicos o de capacitación exclusivamente”.

• Reduce el tiempo de inclusión educativa, disminuyendo las posibilidades de estudio y asistencia. Genera repitencia y abandono escolar.
• Impide el uso del tiempo libre para el juego y la recreación, actividades fundamentales para la formación plena de la subjetividad.
• Deteriora aspectos fundamentales de su salud por desgaste físico y psicológico, exposición a riesgos de accidentes, climáticos y de contaminación, entre otros.
• Impone responsabilidades propias de los adultos.

Es por eso que desde Aldeas Infantiles SOS trabaja día a día contribuyendo para que el ejercicio de los derechos sea una realidad para cada niño y cada niña. La actitud más peligrosa es la indiferencia. Esta lucha nos compromete a todos y todas, por eso te invitamos a sumarte como agente de cambio y así seguir avanzando en la concientización y prevención de esta problemática.