ALDEAS INFANTILES SOS – 07.08.23

Procesos excluyentes en adopción: una problemática que crece y una prioridad que se instala

El sistema de adopción en Argentina ha evolucionado favorablemente con el tiempo. El cambio más significativo se materializó al centrar el proceso en el Interés Superior del Niño, principio máximo que garantiza el acceso a los derechos –establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño– a la cual se adhiere la Ley Nacional 26.061 de Protección Infantil. Esto ha permitido que la búsqueda de la familia adoptante se enfoque en las necesidades específicas del niño, niña o adolescente, teniendo como objetivo encontrar la familia adecuada. 

Los principios más importantes que han conformado la reforma de la Ley Nacional de Adopción en Argentina, actualmente en vigor, incluyen el apoyo a actividades educativas formales y no formales priorizando el entorno de vida; el respeto por la identidad; la exhaustiva exploración de posibilidades de retorno a la familia biológica; la preservación de vínculos entre hermanos; la sincronización de los tiempos judiciales con los procesos emocionales y la máxima garantía de derechos. 

Por otro lado, los requisitos para aquellos/as que desean adoptar también han sido flexibilizados con el fin de acompañar los cambios sociales. Por ejemplo, a través de la Dirección Nacional de Registro Único de Adoptantes, se permite la inscripción libre y online de aspirantes a guardas con fines adoptivos (DNRUA), y se incluyen todos los modelos de familia: matrimonios igualitarios, parejas sin unión civil, personas solteras, entre otros. 

A pesar de estas modificaciones que dan cuenta de un sistema que busca mejorar, aún persisten en la práctica antiguos problemas y emergen nuevos desafíos. Los procesos excluyentes conforman una trama compleja que debe ser comprendida y atendida como prioridad. Un proceso excluyente se presenta cuando una familia adoptiva decide interrumpir la vinculación con el niño, niña o adolescente, lo que conlleva su retorno al hogar de acogida. 

Desafortunadamente, esta situación ocurre con frecuencia en Argentina y es el resultado de diversas variables interrelacionadas. Es fundamental entender que la adopción implica tanto aspectos jurídicos como psicoafectivos, donde se crean vínculos legales y familiares en conjunto con procesos emocionales y psicológicos. 

Estos procesos no siempre avanzan simultáneamente. El camino hacia la inclusión y la integración familiar va más allá de una sentencia judicial o la estructura legal de una familia. Para que una familia se forme, debe construirse, y este proceso de subjetivación requiere acceso a derechos familiares subjetivos, lo cual debe ser garantizado por todo el sistema. 

En este sentido, resulta clave la generación de herramientas y conocimientos específicos sobre las necesidades psicoemocionales de cada niño, niña o adolescente en particular, abordándolos desde una perspectiva de cuidado afectivo y de calidad. Además, se deben ofrecer programas de capacitación y apoyo familiar enfocados en el trauma y el cuidado respetuoso; desplegar estrategias de contención adecuadas para situaciones difíciles; fomentar la participación activa de niños/as y adolescentes en todo el proceso y capacitar y actualizar a los equipos de trabajo en áreas específicas. 

En Aldeas Infantiles SOS somos una organización sensible al trauma y contamos con grupos de profesionales especializados/as en esta temática. Periódicamente invitamos a la sociedad en general; a las organizaciones de la sociedad civil; a organismos públicos e instituciones privadas a comprometerse con este tema y priorizarlo en la agenda nacional de la infancia. 

Estamos convencidos de que el trabajo articulado es clave para desentrañar estas problemáticas que violan derechos y replican situaciones de abandono del pasado. Consideramos de vital importancia la creación de proyectos para fortalecer el Sistema Integral de Adopción y el desarrollo marcos regulatorios adecuados para abordar los procesos excluyentes.