ALDEAS INFANTILES SOS – 02.05.23

2 de mayo: Argentina como uno de los países con más casos de acoso escolar en el mundo

Desde el año 2013, cada 2 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra el Bullying para alertar y concientizar sobre el acoso que sufren niños, niñas, y adolescentes en el ámbito escolar, y la necesidad de ponerle fin para garantizar su desarrollo integral.

El bullying es una problemática cada vez más frecuente en los establecimientos educativos de todo el mundo. Se trata de la repetición de ataques (físicos, verbales o emocionales) que implican un abuso de poder de los agresores sobre la víctima. Siempre, y en todos los casos, se da de un grupo mayoritario hacia un/a niño/a; y se configura y se sostiene bajo un principio de ausencia de provocación, es decir, no hay motivo real y concreto en el que se apoye el acto de maltrato por parte de los grupos hostigadores; estos suelen ser patrones generales.

Muchas veces estas situaciones pasan desapercibidas para los adultos, que suelen minimizarlo con frases como “es cosa de chicos”, pero las consecuencias que genera en el corto y largo plazo en quienes lo padecen son gravísimas. El niño/a maltratado/a queda expuesto/a física y emocionalmente, lo que genera terror ante la idea de acudir a la escuela, ansiedad, tristeza, aislamiento, y tanto más.

Los efectos a nivel psicológico, emocional y social son importantes, duraderos y condicionan su desarrollo pleno. Y lo que es peor, en sus formas más graves, pueden llevar a la víctima a tener ideas suicidas e incluso a materializarlas.

Lamentablemente, Argentina no escapa a esta realidad. Es más, se posiciona como uno de los países con más casos de acoso escolar en el mundo.

Según los últimos datos arrojados de un informe de “Bullying Sin Fronteras” que comprende entre enero del 2021 y febrero del 2022, los casos en el país continúan en aumento: 7 de cada 10 niños sufre todos los días algún tipo de acoso y ciberacoso. Hacia 2019 se habían registrado 12.300 casos y con el atravesamiento de la pandemia, que provocó un aumento ostensible de casos de ciberbullying, el número total pasó a 14.800. Esto demuestra un incremento objetivo del 20%.

Otro dato que revela el informe, y que nos pone en alerta, son los cambios en los motivos en que se configuran los ataques: antes el alto rendimiento escolar o ciertas características físicas eran suficientes para dañar, pero ahora cualquier motivo puede ser eje para agredir.

En nuestro país, se da un particular fenómeno que diferencia a los niños y las niñas de entre 6 y 17 años. Los motivos principales de bullying en chicos se da por bajo rendimiento o bajas habilidades deportivas, mientras que, en las chicas, la belleza.

No obstante, el impacto negativo que genera es el mismo: disminuye su autoestima y la confianza, aumenta su estado de ansiedad, que traen aparejados problemas de salud físicos como dolor de cabeza y vómitos y trastornos en el sueño como insomnio y pesadillas. La fobia social, dificultades para entablar nuevos vínculos, el bajo rendimiento escolar y la negativa de concurrir a clases también son efectos comunes del acoso escolar.

Es imprescindible no naturalizar este tipo de violencia. Debemos estar atentos a los cambios significativos en las conductas de nuestros niños, niñas y jóvenes, y promover canales de comunicación entre los diferentes miembros de la comunidad escolar (padres, directivos, profesorado, alumnos). La escuela y la familia deben mantener comunicación fluida, incluso el tema debe socializarse con los chicos y las chicas: en la casa, en la escuela, en los clubes, etc.

Para esto, es fundamental abrir espacios de diálogo y reflexión con todos/as los/as niños/as que permitan el debate y repensar cómo se desarrollan los vínculos, trabajar y problematizar la forma en la que se vinculan, siempre con foco en la importancia del respeto.

Por su parte, el Estado debe garantizar el cumplimiento de la Ley Nacional N° 26.892, la cual establece criterios para abordar los conflictos dentro de las escuelas a fin de garantizar el derecho a una convivencia pacífica, libre de violencia física y psicológica. La ONG Bullying Sin Fronteras junto al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia son claras al considerar que el bienestar y la seguridad son aspectos fundamentales para el desarrollo integral de niños y jóvenes en su paso por la escuela.

Desde Aldeas Infantiles SOS Argentina trabajamos y promovemos la construcción de espacios seguros y protectores que posibiliten el desarrollo integral de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. En este sentido, creemos fundamental instaurar espacios donde se fomente el diálogo y las expresiones respetuosas, donde se puedan poner en debate temáticas de convivencia saludable, los derechos individuales y colectivos, y la importancia de la empatía para reconocer el bienestar y el sufrimiento de los demás.

En línea con esto, llevamos adelante el programa llama Rondas de Paz, en cogestión con la Municipalidad de Rosario, Santa Fe, que tiene como objetivo la prevención y el abordaje de situaciones violentas entre pares y se desarrolla en espacios educativos, a partir de la generación de espacios de debate y reflexión con participación activa de los/as niños y adolescentes.

Para finalizar, evitar la naturalización de este tipo de violencia y abrir al diálogo es el mejor recurso con el que podemos contar para poner fin a este flagelo que tantas consecuencias trae a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que lo padecen.

Por la Lic. Alejandra Perinetti, Directora Nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina.